La historia de las tarjetas bancarias data del año 1914. Fue entonces cuando la Western Union emitió la primera tarjeta de crédito al consumidor. Estas primeras tarjetas se otorgaban a los clientes preferidos de la compañía y les ofrecían a éstos una variedad de servicios especiales, entre ellos el pago diferido libre de cargo.
Durante las primeras décadas del siglo, un gran número de otras empresas, como hoteles, tiendas por departamentos y compañías de gasolina emitieron tarjetas de crédito a sus clientes. Pero no fue hasta 1950, cuando se introdujo en el mercado la tarjeta Diners Club, que una misma tarjeta de crédito fue aceptada por una variedad de comercios.
En 1951, el Franklin National Bank de Long Island, Nueva York, emitió una tarjeta que fue aceptada por los comercios locales y muy pronto, alrededor de 100 bancos más comenzaron a emitir tarjetas. No cobraban cuotas o intereses a los tarjetahabientes – quienes pagaban el total de la cuenta a su recibo – pero sí les cobraban una cuota a los comercios sobre las transacciones efectuadas con la tarjeta.
El Bank of America, sin embargo, tenía la totalidad del estado de California como mercado potencial, por lo que al emitir la tarjeta BankAmericard en 1958, obtuvo un éxito inmediato.
A fin de fortalecer la red, en 1965 el Bank of America invitó a un grupo de ocho bancos, en su mayoría con sede en la costa oeste, a sumarse al proyecto. A cada uno de ellos le concedió el derecho de emitir las tarjetas BankAmericard por una cuota inicial y un pequeño porcentaje de las transacciones. Al mismo tiempo, otro grupo de bancos en Illinois, la costa este de Los Estados Unidos y California, se unieron para formar Master Charge. Para 1970, más de 1.400 bancos ofrecían tarjetas BankAmericard o Master Charge, y el saldo total de las tarjetas habría alcanzado los US$3,8 mil millones.
En 1970, el Bank of America renunció al control del programa BankAmericard. Los bancos que emitían BankAmericard tomaron el control del programa, formando la National BankAmericard Inc. (NBI), una corporación independiente, sin acciones, que administraría, promovería y desarrollaría el sistema BankAmericard dentro de los Estados Unidos.
Fuera de los Estados Unidos, el Bank of America continuó otorgando licencias a los bancos para emitir BankAmericard, y para 1972 existían licencias en 15 países. En 1974, se fundó IBANCO, una corporación multinacional de miembros, sin acciones, que administraría el programa internacional de BankAmericard.
En muchos países había resistencia a emitir una tarjeta asociada con el Bank of America, aunque se tratara de una asociación solamente nominal. Por esta razón, en 1977 BankAmericard se convirtió en la tarjeta Visa, reteniendo sus bandas azul, blanca y dorada. NBI, por su parte, cambió su nombre a Visa U.S.A. e IBANCO se convirtió en Visa International.
Tabla de Contenidos
VISA INTERNATIONAL
El crecimiento no se detuvo y trascendió las fronteras de Estados Unidos.
El italiano Ugo Scarpeta, quien dirigió la sección tarjetas para la Banca d’America e d’Italia, impulsó la internacionalización de la marca.
El Grand Hotel des Iles Borromées, un palacio estilo Belle Epoque, en Stresa, a las orillas del lago Maggiore, en el norte de Italia, fue el escenario elegido.
Allí, en agosto de 1972, Scarpetta convocó a un grupo de banqueros europeos. Y con la ayuda de Dee Hock, crearon Visa International.
Hoy, el concepto Visa ha creado lazos entre más de 22.000 instituciones financieras miembros, en todo el mundo. Ellas han permitido que millones de personas pudieran acceder a la tarjeta, convirtiéndola así en el medio de pago líder a nivel internacional.
Las tarjetas Visa, con su distintivo logotipo de franjas blancas, amarillas y azules, son las más usadas y las que gozan de mayor aceptación, lo que hace que Visa sea lo más cercano que existe a una moneda común a nivel mundial. La visión y meta de Visa en el futuro es reemplazar los cheques y el efectivo, convirtiéndose así en el principal sistema de pago global del consumidor.
Diseño del logotipo
El azul y oro en el logotipo de Visa fueron elegidos para representar el cielo azul y las colinas de oro de California, donde nace el legado del Bank of America.
En el 2006, Visa quita la «bandera» del logotipo. Esta fue la primera vez que Visa cambia el diseño. El nuevo logotipo tiene un sencillo fondo blanco con el nombre VISA en azul con una marca naranja en la letra V.
LA HISTORIA, EN UN LIBRO
Toda la historia de Visa quedó reflejada en un libro: El poder de una idea. Encargado al periodista Paul Chutkow en 1996, la obra muestra los esfuerzos por llevar adelante un concepto distinto, centrado en otorgar a los consumidores un instrumento de pago seguro y simple.